La aparición de hongos tiene un impacto económico significativo en la calidad y el rendimiento de los productos donde surgen, ya sea en los cultivos del sector agrícola, en alimentos, o en productos como las pinturas y recubrimientos. Hoy te contaremos qué son los fungicidas, para qué se usan y los beneficios de aplicarlos en la industria de plásticos, pinturas y recubrimientos.
¿Qué es un fungicida?
Los fungicidas son un tipo de pesticidas que matan o inhiben el crecimiento de los hongos y sus esporas. Funcionan de diferentes formas, pero la mayoría tiene un efecto dañino en las membranas celulares de los hongos, o interfieren con su reproducción, por ello se dice que poseen efectos preventivos y curativos de rápida absorción.
La importancia de los fungicidas radica en lo dañinos que pueden llegar a ser los hongos, por lo que se utilizan con tres fines básicos:
- Para impedir el crecimiento y proliferación de hongos
- Para controlar su desarrollo y esparcimiento
- Para evitar su posterior aparición

Además de su uso en cultivos y alimentos, los fungicidas se utilizan como aditivos en pinturas a base de agua y productos de plástico, donde evitan que los hongos degraden la materia orgánica de los recubrimientos, y que descompongan la formulación al provocar un olor desagradable y la pérdida de viscosidad. Por esto, el uso de un fungicida ayuda a prevenir pérdidas económicas.
Tipos de fungicida
De acuerdo con su modo de acción, encontramos:
- Fungicidas protectores. También llamados de contacto, forman una barrera química para prevenir la germinación de las esporas.
- Fungicidas penetrantes. También conocidos como específicos, erradicadores o sistémicos, actúan cuando ya hay presencia de hongos y se movilizan rápidamente para acabar con ellos.
- Fungicidas translaminares. Tienen la cualidad de prevenir que las esporas germinen y se conviertan en hongos.
¿Por qué son importantes?
Tanto los fungicidas como los bactericidas son importantes en las pinturas y recubrimientos para prevenir pérdidas económicas significativas por descomposición del producto. Al utilizarlos, la pintura puede almacenarse en anaqueles por un tiempo determinado, sin que se deteriore o degrade.
Además, estos aditivos ayudan a evitar que se formen hongos en la pintura una vez que ha sido aplicada, por lo que es importante utilizarlos para la satisfacción del consumidor.
¿Cómo se aplican?
La aplicación de pinturas con fungicidas tiene el fin de sanitizar las superficies que ya han sido dañadas por el ataque de los hongos, y que tienen manchas negras o pardas. Estas pinturas no solo mejoran la apariencia de la superficie, sino que destruye las colonias de hongos y previene su reaparición.
Ventajas de usar fungicidas en pinturas
- Evitar la formación de hongos en las pinturas una vez aplicadas
- Evitar que se formen gases en la pintura mientras está envasada
- Aumento de la vida útil de la pintura
- Es un producto de baja toxicidad para los seres humanos, aunque es muy tóxico para los hongos y sus esporas
- Previene la formación de colonias de hongos aun en condiciones de humedad, poca ventilación y escasa iluminación
Pochteca Ecuador ofrece las siguientes moléculas que actúan como fungicidas para prevenir el crecimiento de hongos, recomendado para la formulación de pinturas y revestimientos, tintes para madera, masillas, adhesivos, selladores, revestimientos de papel, plásticos, textiles y la preservación de recubrimientos en su envase y de películas secas: IPBC, Octylisothiazolinone (OIT), Carbendazim, Dichlorooctylisothiazolinone, Thiabendazole y Zinc Pyrithione.
El IPBC (Iodopropynyl Butylcarbamate) es un fungicida de amplio espectro utilizado en pinturas y recubrimientos para prevenir el crecimiento de hongos y moho. Su funcionamiento se basa en inhibir la actividad enzimática de los hongos, lo que interfiere con su capacidad de reproducción y crecimiento. Esto ayuda a proteger las superficies tratadas, manteniéndolas libres de manchas y deterioro causado por microorganismos.
El OIT (Octylisothiazolinone) y la DCOIT (Dichlorooctylisothiazolinone) es un fungicida químico que pertenece a la clase de compuestos conocidos como isotiazolinonas. Se utiliza ampliamente en pinturas, recubrimientos, adhesivos y otros productos industriales para proteger contra hongos y moho. Su acción se basa en inhibir la actividad celular de los microorganismos, evitando su crecimiento y reproducción.
El OIT es especialmente eficaz en ambientes húmedos y en productos expuestos a condiciones adversas
La carbendazima y el tiabendazol son fungicidas sistémicos que pertenecen al grupo de los benzimidazoles. Su mecanismo de acción se basa en interferir con la división celular de los hongos, esto detiene el crecimiento del micelio y la formación de esporas, lo que resulta en la muerte del hongo. También se usan para otras industrias como agricultura y madera.
La piritiona de zinc es un complejo de coordinación de zinc con propiedades fungistáticas (inhibe la división de células fúngicas) y bacteriostáticas (inhibe la división celular bacteriana). En el contexto de pinturas, se utiliza como un aditivo para prevenir el crecimiento de hongos, moho y algas en superficies tratadas, especialmente en exteriores.
Su mecanismo de acción consiste en interrumpir el transporte de membrana de los microorganismos, esto impide que los hongos y bacterias obtengan nutrientes, lo que lleva a su muerte. Además, debido a su baja solubilidad en agua, es ideal para pinturas exteriores, ya que proporciona protección duradera incluso bajo luz solar directa.
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